Nuestra pequeña gran Victoria está en primero de primaria, descubriendo los nuevos retos de la vida académica, como los exámenes, los diferentes maestros y materias. Hoy tuvimos su evaluación del primer semestre, de acuerdo a sus maestras hay algunas áreas de oportunidad que debemos atender para ir allanando el camino, y así lo haremos. Un poco mas de estudio, más práctica de la lectura, mas aplicación de la aprendido en la vida diaria, por ejemplo usando las matemáticas para leer la hora, pagar y contar el cambio, hacer cálculos mentales, etc. Mario y yo tomamos nota.
Lo importante vino cuando le dijeron A ELLA que reconocen que es alguien que se esfuerza todos los días, que es tenaz al terminar sus trabajos y pone dedicación en lo que hace. Que es una niña que VIVE los valores todos los días, es solidaria, empática, respetuosa de los tiempos de los demás, que escucha a sus compañeros, que da oportunidad a las opiniones de otros.
Esta es Victoria. Es una guerrera resiliente que al tener una hermana con discapacidad ha convertido su vivencia diaria en un aprendizaje y una fortaleza. Siento una profunda admiración por mi hija, ofrezco una disculpa por mi falta de humildad el día de hoy, pero no encuentro mejor ejemplo del significado de inclusión, de abrazar las diferencias, de que si podemos ser una mejor sociedad. La vida le dio limones a Victoria, ella ha hecho limonada y además la ha compartido con sus amigas, maestras y entorno.
Victoria eres una gran maestra que hace de la empatía un verbo activo. Deseo que sigas teniendo este gran corazón generoso siempre, y que en este año que está por comenzar podamos todos seguir aprendiendo de ti que la inclusión es posible, y un mundo mejor también.